Nadie esperaba que en el SENA -establecimiento público donde las “Águilas Negras” se han dejado sentir-, voceros de la administración promuevan correos anónimos que tildan a algunos dirigentes estudiantiles y sindicales de ser “sujetos muy peligrosos”, mientras otros sinuosamente señalan a la organización sindical de sostener vínculos con la guerrilla.
Así lo dio a conocer el Concejal Wilson Arias en carta dirigida el día de ayer a los organismos de control y a la Comisión de Derechos Humanos del Senado de la República. “No es la primera vez que los dirigentes sindicales denuncian lo que todos sabemos: ese tipo de señalamientos constituyen una inminente provocación que raya en lo criminal”.
Los reclamos estudiantiles son graves y documentados. La respuesta de la administración ha sido insensible y abúlica. Del defensismo colectivo, del espíritu de cuerpo de sus voceros, ahora han pasado “a la ofensiva”. Ésta consiste en tildar al movimiento de cualquier cosa. Y en ese propósito se llega no sólo a la irresponsable descalificación, sino también al señalamiento provocador y aún a acusaciones que rayan en la incitación. De hecho, tras la circulación de los anónimos se verificaron delicadas amenazas contra dirigentes de SINDESENA. “Ellos acusan, nosotros recibimos las amenazas”, dijo uno de los dirigentes del movimiento. “Recuerden al Alcalde de San Onofre, a nuestro entrañable Alfredo Correa D’Andreis –ex dirigente de SINDESENA asesinado– y a Bernardo Jaramillo Ossa: nos han colgado una lápida al cuello, decían los tres”.
Ese es el objeto de la petición que Arias Castillo ha elevado ante la Comisión de Derechos Humanos del Congreso de la República, a la que ha solicitado también repetir ante los organismos de control y de protección de los derechos humanos, a fin de garantizar el derecho a la vida, los derechos civiles, de asociación, de expresión y las garantías a los dirigentes sindicales y estudiantiles del movimiento.
Wilson Arias fue Presidente Nacional de SINDESENA y hace parte del Comité de Estudiantes y Egresados del SENA.
El siguiente es el texto de la carta que Wilson Arias dirige a Alexander López.
Santiago de Cali, mayo 26 de 2009
Doctor:
ALEXANDER LOPEZ MAYA
Senador de la República
Bogotá.
Asunto: Derechos Humanos en El SENA
Respetado Senador:
Con motivo de la Asamblea Permanente de los estamentos básicos del SENA Regional Valle, la administración viene profiriendo señalamientos para descalificar al legítimo movimiento de defensa de la calidad de la Formación Profesional que allí se imparte.
Las numerosas, graves y documentadas denuncias de los estudiantes exhiben los problemas de fondo en la entidad, pero también la abulia, indolencia e ineptitud de algunos directivos. La administración responde con intransigencia inicialmente, con descalificaciones insostenibles después, y últimamente con afirmaciones provocadoras, que rayan en la incitación, en una entidad donde las Águilas Negras se han hecho sentir. Es así como algunos de los voceros de la administración reenvían anónimos que han circulado en este establecimiento, y cuyo contenido resulta en delicados señalamientos (“sujetos muy peligrosos”), mientras otros al parecer señalan sinuosamente a la organización sindical de sostener vínculos con la guerrilla. Al parecer en la medida en que crece la Asamblea, se incrementan también los pretextos de los directivos y últimamente más aún el calibre de las sindicaciones.
No es la primera vez que los dirigentes sindicales denuncian lo que todos sabemos: ese tipo de señalamientos constituyen una inminente provocación que raya en lo criminal.
Comedidamente solicito a usted, Senador López, y por su intermedio a la Comisión de Derechos Humanos el Senado de la República, de una parte intervenir para que cese el macartismo y los señalamientos irresponsables –en mi opinión, de alcance penal–; de otra parte, acompañar las correspondientes denuncias y, de haber lugar a ello, las solicitudes de investigación ante los organismos de Control, y finalmente, para que se respete tanto el derecho a la vida de los compañeros amenazados, como las garantías sindicales, políticas y sociales para que la comunidad educativa pueda tramitar sus soluciones.
Atentamente,
WILSON ARIAS CASTILLO
Concejal de Santiago de Cali.